Una de las tareas a las que debemos enfrentarnos a medida que los niños crecen es la de ir retirando los juguetes que ya se les han quedado «de pequeños». Una tarea complicada, ya que NUNCA quieren deshacerse de nada, aunque haya juguetes olvidados desde hace años. A todos les encuentran una utilidad inmediata, urgente, que no se puede postergar. Aquí traemos una idea para que puedan seguir disfrutando de juguetes que aprecian pero que ya no les sirven para gran cosa. La idea es convencerles para que hagan ellos esta simple manualidad y ahora que vuelven al colegio hay que convencerles de la necesidad de hacer limpieza.
Cogemos un espejo, juguetes que puedan amoldarse al marco, una pistola de cola o pegamento y un bote de pintura en spray del color adecuado. Los juguetes se disponen sobre el marco para que vayan cubriendo todo el espacio alrededor del espejo. Se pueden hacer varias pruebas y combinaciones para ver qué juguetes quedan mejor en cada sitio. Hay que proteger bien el espejo con papel para que la pintura luego no lo manche.
Cuando tenemos los juguetes organizados a nustro gusto y pegados, pintamos el marco y los juguetes con la pintura en spray. El resultado es el que podemos ver arriba. También se vende barniz en spray para proteger este tipo de trabajos. La habitación ya tiene un espejo nuevo, original y muy juguetón. Visto aquí.
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