La madera reflotada es aquella que se recupera en la playa después de haber pasado un tiempo en el mar. Tras la tormentas del invierno es habitual encontrarla en la costa. Después de pasar un tiempo en el mar y debido también al roce con la arena, la madera adquiere un aspecto desgastado y pulido muy adecuado para diferentes manualidades. No suele necesitar ni pintura ni barniz porque su atractivo radica en su aspecto desgastado.
Aquí vemos un ejemplo muy habitual, las lámparas realizadas con resto de ramas.
Materiales a utilizar: Un pie de lámpara de mesa sencillo. Este es el modelo Hemma de Ikea y cuesta 4 euros. Se puede pintar en blanco para que no destaque tanto con el color de la madera. Una pistola de cola para ir pegando las maderas a la base y maderas reflotadas de diferentes tamaños y formas.
Para dar forma a las maderas hay que pegar primero las más largas y gruesas. Así tenemos una base. Luego hay que pegar las más planas en el pie de la lámpara e ir cubriendo los huecos con las ramas más pequeñas. Al final hay que ir completando una especie de puzzle. Aquí tenemos otro ejemplo de trabajo con madera reflotada: un perchero con mariposas para un cuarto infantil.
La pantalla de la lámpara está hecha con trapillo, tiras de telas recicladas, y tejido con aguja de ganchillo del número 12. Una lámpara como esta admite todo tipo de pantallas…azul, por ejemplo, para darle un toque marinero. Y la pantalla con trapillo, que tiene base metálica, se puede utilizar también como lámpara de techo.
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